Desde el principio el método Estivill no nos pareció muy adecuado, pues no nos importa que Ulises duerma en la cama con nosotros o que tenga que dormirse en brazos, sin embargo cada vez cuesta más que Ulises se duerma y uno se platea que quizás el Estivill este no vaya tan desencaminado.
Ayer fue un día raro por el descuadre de las comidas (por la noche se tomó sólo medio biberón, así que pidió el siguiente al poco tiempo y el desayuno se postergó muchísimo, con lo que al final nos saltamos la merienda), pero la cena se hizo a la hora habitual. Sin embargo Ulises, en lugar de intentar dormirse estaba bastante despierto.
El caso es que a esas horas es evidente que está fundido, pero algo le sucede que no le permite dormir. Quizás los dientes, quizás le moleste el pijama, quizás tenga calor... ya comenté hace unos días que vendría bien que nos lo dijera, pero por ahora sólo nos queda una técnica: darle vueltas, con movimiento de rotación y traslación, hasta que cierre los ojos.
Ayer, tras hacerme ver House a cachos y entre llantos, se durmió encaramado a mi cual lagartija, así que me tendí en el sofá y ahí se quedó boca abajo en toda su extensión, tanto a lo largo como a lo ancho.
Al menos espero que esta mañana haya dejado dormir a la madre un rato más del habitual, pues no se durmió hasta que House no había acabado, y eso ya es bastante tarde.
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