6.10.09

Retomando el chapoteo

A pesar de que Ulises ya chapotea los domingos en la piscina, misteriosamente dejó de hacerlo en casa durante su baño nocturno.

Pensé que quizás se debió que encontró nuevas formas de interactuar con el agua, como pedir que dejara caer un chorro de agua apretando la esponja, o haciendo pompas soplando en la superficie. También le gusta de vez en cuando sentir como el agua cae en su cara (siempre con moderación), pero había dejado de chapotear.

Sin embargo, con la marcha de los abuelos volvimos a colocar la bañera en su cuarto, justo delante del espejo. Fue entrar en el agua, verse en el espejo y empezar el festival acuático. La fregona tuvo que volver al lugar que, durante un tiempo, fue el habitual, pues acabado es espectáculo casi era más el agua que había por el suelo que la que quedaba en la bañera.

De todo esto interpreto que el chapoteo es más un juego social que solitario, aunque sea realizándolo conjuntamente con la propia imagen del espejo.

No hay comentarios: