20.10.09

Si tú no comes yo tampoco

De nuevo una correlación, pero sin que se pueda definir una causa y un efecto inequívocamente.

Ayer recogí a Ulises de la guardería, y me dijeron que había comido bien, pero me entregaron su ropa en una bolsa diciéndome que había hecho "caca líquida" (la bolsa aún no ha sido abierta en espera de que se reduzca la actividad radioactiva). Ese fue el último efecto de una cadena de desarreglos intestinales que ha afectado a toda la familia.

Por la mañana mamá me escribió un SMS diciendo que algo le había sentado mal, y yo contesté que a mí también.

A duras penas ella consiguió llevar a Ulises a la guardería, y yo arrancar la jornada laboral. Pero en un par de horas estábamos los dos tirados en el sofá de casa.

Hicimos un intento de arrancar, pero al final volví a salir del trabajo para ir a por Ulises y tirar renqueando toda la tarde hasta que el equipo de rescate llegó a casa.

Los abuelos se hicieron cargo de Ulises, el único superviviente que a pesar de los pesares se mantenía en pie y dando batalla, manteniendo el buen humor en todo momento.

Ya parece que el temporal ha remitido, aunque Ulises va a hacer una visita al médico esta mañana, pues ya son varios los días en los que proliferan el uso de armas bacteriológicas.

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