11.11.04

El efecto Gran Hermano

"Experimento sociológico", así es como Mercedes Milá calificó a aquella primera edición de "Gran Hermano" en España. No creo que nadie se lo tragara, pero todos hicimos como si efectivamente lo fuera y nos dispusimos a matar el rato con las paranoias de una muestra variopinta de fauna ibérica.

Sin entrar al trapo de juzgar lo que allí se mostraba, o de porqué se hacía, sí que desveló una de las grandes realidades de la psicología humana que siempre ha estado ahí pero que nadie se atrevió antes a exponer (no me pongo una medalla porque no soy ministro, que si no...).

Al entrar en cualquier sitio donde hay desconocidos con los que te tienes que relacionar uno siempre intenta ser educado y agradable. Lo mismo (multiplicado por mil) sucede en estos espectáculos televisivos, donde la efusividad de lo que sería un apretón de manos roza lo ridículo (en las últimas ediciones lo pornográfico).

A partir de aquí se platea una actitud de "buen rollito", motivada principalmente porque se intenta pensar que los demás son personas geniales, ese tipo de personas con las que siempre nos quisimos encontrar, así que también se intenta mostrar lo magníficos que somos (algunos intentan ocultar lo perros que son) y llega un momento que cuando la relación tiene que ser duradera (pongamos que de más de media hora) parece como si el grupo fuera a ser amigo para toda la vida.

En el primer "Gran Hermano" (pecador de mí que lo seguí de cabo a rabo) al par de días aquello era una oda al "buen rollito", que se fue transformando en una comuna y derivó en un putiferio.

Pero a la semana aquello empezó a oler a chamusquina, y con un par de días más la guerra se había desatado: no más disimulos, lo "mejorcito" de cada uno se puso de manifiesto.

Esto que sucedió (creer que los demás son geniales, y que nosotros vamos a ser muy "guays" como parte de ese grupo) es a lo que bautizo como "El efecto Gran Hermano".

Y es que "El efecto Gran Hermano" no hace más que poner de manifiesto que aunque nos gustaría ser unas personas geniales en realidad somos muy limitaditos, tanto que pensamos que los demás van a compensar nuestras limitaciones. Lo importante es ser consciente de ello para no acabar lleno de frustraciones (o tirándose los trastos a la cabeza en público como hicieron los sujetos experimentales de aquel presunto experimento sociológico).

He dicho.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bueno la verdad nunca me prendi en esto pero justo me colgue escuchando algo q me parecio mal...una pregunta? nos es complot el q esa chica male no se la del grupo ese q se formo bueno la verdad q muy pocos me parecen verdaderos pero esa chica no sabe hacer otra cosa q criticar se la pasa tood el tiempo hablando de alguien no vi una persona mas trucha q esa me parece q habia q fijarse bien cuando dijo q tiene q predominar ese grupo y q para q asi sea se tiene q ir priimero griselda y asi va hacer mas facil sacarla a melisa...no se me parecio..la verdad no la soporto se hace todo el tiempo la dulce y la buenita y cuando se dan vuelta les da con un palo...creo q la gente tendria q ver eso..no veo a nadie realmente sincero ahi pero bueno no todos lo son...aunq me encanta sebas y griselda tiene lo suyo un poco entrometida para mi gusto pero safa...ese grupo q se armo con nadia vanina jona agus son todos una manga de truchos primero las re sonrisas y despues los re critican este es el peor gran hermano q vi...nos dan descanso al puterio....