14.9.08

Bienvenido Ulises

Cuando la ginecóloga nos dijo que el parto no progresaba y que acabaría en cesárea nos decepcionamos un poco, teníamos la ilusión de ver a Ulises asomar la cabeza a este mundo, pero como lo primero que asomaba era la oreja eso no fue posible.

Pero lo que pareció una decepción fueron buenas noticias cuando lo sacaron con un peso de 4'350kg y 52cm, mucha tela hubiera sido que eso saliera por donde tocaba.

Como no lo pude ver la comadrona me dijo que intentara colarme en el nido, que a lo mejor me dejaban verlo, y tras un par de sonrisas me dejaron pasar...

Todo el rato estuvimos tranquilos, esperando cada paso y sin adelantar nada... pero esa cordura terminó cuando vi la urna en la que estaba... ¿esa "personita"? no sabría definirlo... ya me he dado cuenta que es un bebé, pero a mí no me lo pareció... es un persona autónoma, pero no lo sentí como tal... fue un sensación nueva, tremendamente potente, en cierta forma me pareció verme a mí mismo allí... quizás eso sea lo que se siente al ver a tu hijo, pero no lo puedo decir puesto que fue algo nuevo. Me quedé absorto mirándole y las emociones me inundaron. Tras unos segundos allí me debieron ver tal cara que en lugar de esperar las dos horas de rigor me dijeron que me lo llevaban a la habitación enseguida. Yo sin poder articular palabra fui a la habitación y nada más cruzar la puerta rompí a llorar como una magdalena, hacía siglos que no derramba una lágrima, pero me sentí absolutamente desbordado.

No vi el bebé más bonito del mundo, no vi una persona independiente, vi y sentí algo que sigo viendo y sintiendo, que aún no he digerido, pero que me bloquea la mente y hace volcar todos mis sentidos en que Ulises sea la criatura más feliz del universo.

¡Bienvenido Ulises!


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