24.9.08

Visita a la pediatra

Esta mañana hemos acudido a la primera cita con la pediatra de la seguridad social, y lo cierto es que nos ha parecido bastante agradable.

Por supuesto el resultado es que Ulises está más sano que una manzana, aunque le ha apreciado que tiene el frenillo un poco corto, pero para lo que habla de momento no le influye mucho (también se dice que influye a la hora de mamar, pero podemos certificar que este chupa sin problemas).

Lo más interesante es la aventura de salir de casa, pues sabemos que la autonomía es muy reducida, apenas una hora hasta que empieza a pedir su ración. En esta ocasión se empezó a inquietar mientras estábamos en la sala de espera, y ya reclamó comida cuando la pediatra intentó oscultarle, cosa que tuvo su dificultad porque se puso a hacer una demostración de capacidad pulmonar, y el estetoscopio poco puede hacer en esa situación. Finalmente se tranquilizó (parece que a veces pide más por capricho que por hambre, así que se calma a los pocos minutos) y la oscultación transcurrió sin mayores incidentes.

Tenemos cita para dentro de mes y medio, para lo que la pediatra ha llamado "consulta del niño sano".

Entretanto iremos seleccionando un pediatra por el seguro privado, que siempre es mejor tener un par de opiniones, sobre todo porque los padres siempre son asustadizos y así se quedan más tranquilos con que el ombligo le cicatrice bien (esta pediatra nos ha dicho que si no huele no hay problema) o con el acné o granitos pequeños que le salen por el cuello (por lo visto es cosa de la humedad, así que habrá que secarle mejor tras el baño).

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