20.9.08

Comunicación y aprendizaje

Si algo caracteriza a estos primeros días (por cierto que hoy es su primera "cumplesemana") es por estar todos absolutamente inmersos en una teriapia de comunicación y aprendizaje mutuo.

Cuando nos dejaron al bebé en la habitación del hospital la enfermera dijo: "aquí os traigo a vuestro bebé, aquí tenéis unos pañales y aquí unas esponjitas, hasta luego", y se fue... ¿ya está? estaba claro que este aprendizaje iba a estar basado en la autoformación, o más bien en el aprendizaje cooperativo.

El primer paso fue empezar a establecer canales de comunicación, y fue sencillo cuando comprendimos la fórmula llanto="quiero comida".

Claro, que una vez identificada la necesidad había que aprender a satifascerla. Hubo que probar en varias posturas, y el hambriento tampoco tenía muy claro qué debía hacer, pero cuando todas las partes están deseosas de aprender al final los conceptos se acaban pillando.

Hoy ya pide comida por señas con las manos, vamos, que se chupa las manos con desesperación (eso también son señas), así que vamos puliendo el vocabulario.

También los pañales supusieron un aprendizaje, aunque no sé si por cooperativo se puede interpretar "yo te suelto una plasta negra pegajosa y tú me la limpias", aunque he de reconocer que la petición era muy explícita, tanto por la vista como por el oído y por el olfato (cuando cambié el pañal también intervino el tacto, pero mejor no entrar en detalles).

Ahora que ya dominamos la alimentación y los pañales pasamos al siguiente estadio: el baño. De momento digamos que armado de una buena fregona no hay aprendizaje que se resista.

Sea como sea aún nos quedan infinidad de lecciones por aprender, pero todas se toman con ilusión y buen humor.

PD: Pasada una semana seguimos babeando.

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