9.9.08
Fuera de cuentas
Ya sólo queda esperar, esperar a algo que cambia radicalmente la vida, pero sin poder influir para acelerarlo o retrasarlo, sin tener señales de si es cuestión de minutos o de semanas, sólo con la certeza de que acontecerá, pero sin más que hacer que estar con los brazos cruzados y el móvil con el tono muy alto.
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