8.10.08

Horario ajustado

Uno de los tópicos que se comentan cuando se habla de tener un niño es que "te cambia la vida". Supongo que en cierto modo es inevitablemente cierto, pero por otro lado si a uno le apetecen seguir haciendo ciertas cosas seguro que se busca el hueco para hacerlas... eso sí, buscando una dosis extra de energía y, seguramente, sacrificando otras cosas de menor relevancia.

Por motivos de salud (no por "problemas de salud" sino para no tenerlos) no quiero abandonar la práctica del deporte pachanguero, y ayer sufrí las consecuencias que ello tiene en mi nuevo estatus.

Tras un par de horas de darle caña al cuerpo llegué a casa y el bebé estaba un poco quejicoso, quería algo de marcha y había que bañarlo. Por ello, lo que habitualmente eran unas horas de ducha relajada y relax en el sofá se convirtieron en una ducha de un par de minutos y preparar el baño del coleguita.

Después del baño, como seguía queriendo marcha, una sesión de música (por cierto que se quedó absorto escuchando algo de heavy metal), varios paseos por el pasillo (con las piernas pidiendo a gritos un descansito), y después de un buen rato, caímos ambos fundidos en el sofá.

Así que pude compatibilizar el deporte con mi niño... pero no creo que lo repita todos los días.


PD: El sacrificado fue el weblog, que ha tenido que esperar unas horas más a ser actualizado.

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