O para ser más concreto habría que decir "un nuevo tono", pues lo que está cambiando es la tonalidad.
La primera vez fue de color negro, luego pasó a verde, luego amarillo y ahora a marrón.
La textura y cantidad también está cambiando, en ocasiones con desbordamientos.
¿Y esto es un tema como para poner en un blog? Pues seguramente no, pero cuando vuelvo a casa tras el trabajo es de lo primero de lo que hablamos, y es que este nuevo estátus, y transcurridos más de dos meses, hacen que los posibles escrúpulos se hayan desvanecido y uno se sienta orgulloso hasta de esos cambios de color.
En cualquier caso, y a tenor del volumen que está cogiendo nuestro protagonista, está claro que lo que entra debe ser mucho más de lo que sale.
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