6.11.08

Ya no soy transparente

Entre los pequeños avances del día a día uno de los que más me agrada es el hecho de haber dejado de ser transparente. Hasta hace unos días Ulises no me miraba a la cara, como mucho a la calva (además de forma insistente).

Aunque me pusiera cerca siempre mantenía perdida su mirada por encima de mi cabeza o de mi hombro, quizás le gusta mirar las paredes. Sin embargo ya se ha dado cuenta que estoy por ahí y de vez en cuando me mira un poco, lo cual es un avance importante (¿de dónde se pensaría que venía la voz que le repite "soy papaaaaa"?).

Es más, creo que la barba (o la sombra de la barba) le llama la atención, quizás por el contraste con la calva (por aquello de los claroscuros).

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