14.11.08

Vacunas

Ayer tocó la segunda sesión de vacunación (la primera fue en la maternidad) y me encontré por la tarde a mi bebé con tres esparadrapos en sendos muslos y un estado algo quejicoso.

No tuvo fiebre ni aparentemente otro síntoma provocado por las vacunas, pero la barriga le molestaba y daba la sensación de tener sueño, pero sin llegar a dormirse. A lo largo de la tarde fue dormitando a ratos, y con música se le olvidaban las molestias (ayer descubrió la tocata y fuga de Bach y parece que le moló).

A la hora del baño tocó quitarle los esparadrapos, y yo temí hacerle daño (se me caen los lagrimones sólo de pensar cuando me tengo que quitar un esparadrapo), pero la madre me recordó que no tiene pelos en las piernas, ¡qué gran ventaja! así que no hubo trauma y apenas se enteró.

Tras el baño la barriga seguía regular, pero se durmió en mis brazos viendo Cuéntame... o intentándolo, pues nos quedamos sopa los dos y nos fuimos a la cama.

Esta mañana ya estaba sonriente, disfrutando en la cuna del espectáculo de luces y sonido del nuevo juguete... y yo teniendo que venirme al trabajo... menos mal que es viernes.

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